1. EXT.-PLAYA-DÍA
En un día de primavera, soleado, vemos a dos jóvenes persiguiéndose entre carcajadas. Él se adelanta, mira hacia atrás, y con gesto preocupado gira sobre sus talones y vuelve sobre sus pasos. Ella está en el suelo y escuchamos sus lamentos. Vemos cómo el muchacho le tiende la mano para ayudarle a incorporarse, y cómo ella le tira y sigue corriendo.
MIKEL
¡Tramposa! Eso no vale.
(Con ironía)
AINHOA
¡Ooooh!, ¿te has enfadado?
(Riéndose)
MIKEL
¡Muchooo... ahora verás!
Mikel se pone de pie en un salto, corre hacia Ainhoa, y en seguida le da alcance. Ambos ruedan por la arena en una convulsión de risas. Oímos su respiración fuerte, jadeante, hasta que van recuperando el resuello. Tras unos segundos, Ainhoa se levanta y corre de nuevo mientras él se queda tendido. Pronto se da cuenta de que no le sigue y gira la cabeza en su dirección.
(Acercándose con ademán de preocupación)
AINHOA
Mikel, ¿te encuentras bien?, ¿te has hecho daño?
(Inmerso en sus pensamientos)
MIKEL
No, no. No es nada. No te preocupes. Estoy bien... (pausa) Sólo pensaba.
Mikel se incorpora y se quita la arena que tiene adherida a su pierna.
AINHOA
¿Y se puede saber en qué estabas pensando?
(Sin salir de su ensimismamiento)
MIKEL
En nada importante. Son... tonterías mías.
AINHOA
Pues yo quiero saber qué tonterías son ésas.
(Recuperando la jovialidad después de esa expresión adusta)
MIKEL
Bueno, pues ya que estás tan interesada te propongo un trato. Tú me das algo, no sé, cualquier cosa que tenga valor para ti, y yo a cambio te doy esa respuesta.
Sin mediar contestación, Ainhoa se saca su anillo del dedo anular izquierdo y se lo ofrece a Mikel.
AINHOA
¿Suficiente?
Mikel juguetea con el anillo, con la mirada fija en él. Acto seguido, clava sus pupilas en Ainhoa.
(Esbozando una sonrisa cómplice y aviesa)
MIKEL
Un anillo para gobernarlas a todas.
(Poniendo pucheritos)
AINHOA
Conque a todas, ¿eh? ¿Y por qué no a todos?
MIKEL
Porque yo soy ahora el portador del anillo.
(Le acerca la mano con el anillo en la palma, y la retira cerrando el puño cuando ella hace ademán de atraparlo)
AINHOA
(Suspiro) Ay, qué tonto eres. Anda, Frodo, ven aquí y dame un beso antes de que te hagas invisible.
Vemos cómo Mikel la abraza y se besan. En el cielo, el Sol irradia fulgores dorados.
2. INT.-TREN-DÍA
El tren está parado. Mikel, pensativo, está apoyado contra la ventanilla. Tiene la mirada perdida. El sonido de las puertas que se cierran agita sus recuerdos. El tren arranca. Comienza su viaje.
VOZ EN OFF (MÉDICOS)
- La operación se ha complicado.
- Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos.
- El impacto le ha dañado algunos órganos básicos.
- No se asuste, se pondrá bien.
- Sé fuerte.
(Las frases se van alternando acompañadas de efectos sonoros que recrean el estado de agitación y ansiedad de la sala de operaciones, así como los pitidos propios de los aparatos médicos. Son frases que se agolpan en su cabeza, y algunas de ellas se repiten. Las últimas voces se oyen más lejanas y confusas.)
El anuncio de la próxima estación hace que Mikel salga momentáneamente de su abstracción.
3. EXT.-CARRETERA-DÍA
Vemos a Mikel y a Ainhoa paseando. No hay un gran trasiego de coches. Pasan junto a una señal que indica curva peligrosa. Discuten.
(Con un visible enfado)
AINHOA
Como siempre, ya te estás ahogando en un vaso de agua. Joder tío, cambia esa cara, todavía te quedan dos semanas para estudiar, y tú siempre lo sacas todo a la primera.
(Intentado ser comprensivo y conciliador)
MIKEL
Ya sé que tengo todavía dos semanas, pero es mucha materia para empollar. Además, ya sabes que Derecho Romano no es lo mío.
AINHOA
No sé cómo puedes estar así... Yo, sólo de pensar en el pedazo fin de semana que nos espera en Pirineos...
(Se le cambia el gesto nada más oír la alusión a los Pirineos)
MIKEL
Ainhoa,... (mira al suelo y coge aire) no sé si voy a poder ir.
(Cada vez más iracunda)
AINHOA
¿Cómo que no vas a poder ir? ¿Por los exámenes?
MIKEL
De verdad que...
(Interrumpiéndole)
AINHOA
Pues me parece perfecto... ¡Eres la hostia!
Mikel le coge de la mano con delicadeza para intentar tranquilizarla. Ainhoa lo rechaza tan pronto como siente su contacto, y empieza a andar más rápido dándole la espalda. Mikel hace un gesto de resignación y la sigue. Le da alcance.
(Con tristeza y desesperación)
MIKEL
Ainhoa, por favor, no te pongas así.
AINHOA
No me sigas, ¿me oyes? Déjame en paz.
Se zafa una vez más de él, y esta vez acelera el paso hasta que empieza a correr atravesando la carretera sin detenerse a mirar. Oímos el ruido del motor de un coche en la lejanía. Se hace más nítido paulatinamente.
(Muy preocupado)
MIKEL
¡Ainhoa, Ainhoa!, ¿dónde vas? No corras.
Mikel arranca a correr en pos de ella. De improviso, un coche aparece en la curva. Es demasiado tarde para reaccionar. El automóvil pega un frenazo. Ha colisionado contra un cuerpo. Vemos el rostro de Mikel, demudado de terror. Oímos el grito estremecedor de Ainhoa.
4. INT.-TREN-DÍA
Mikel sigue estando circunspecto. A su alrededor hay personas que hablan y ríen, pero él no puede oír nada. Sólo tiene oídos para su conciencia. El revisor de billetes le devuelve a la realidad.
PICA
El billete, por favor.
Mikel lo mira aturdido en un primer momento. Luego saca el billete de la cartera y se lo entrega.
(Sorprendido y medio riéndose)
PICA
¿Todavía estás con este bono? Pero si hará ya un año que lo han cambiado... Bueno, pase por esta vez, pero tienes que renovarlo.
Al oír que había pasado un año sufre un pequeño sobresalto. Se sobrepone al instante.
MIKEL
Vale, vale... Gracias.
(En cuanto termina de pronunciar estas palabras, agacha la cabeza)
5. INT.-CASA MIKEL/ HABITACIÓN-DÍA
Oímos sonar el teléfono. Vemos que la habitación está muy desordenada. Hay una oscuridad casi total; tan sólo se filtran unos haces de luz a través de los intersticios de la persiana, que está prácticamente bajada. Mikel tiene el teléfono al alcance de la mano, pero deja que suene. Un toque, dos, tres... y así hasta que al final decide descolgar el auricular, con una gran indolencia. Lo mantiene un momento pegado a su oreja, sin pronunciar una palabra, para poco después cortar la comunicación de un manotazo. Luego deja tirado el auricular. Su rostro es una máscara.
6. INT.-TREN-DÍA
Mikel contempla el paisaje a través de la ventanilla, y, a intervalos, dirige su mirada hacia las personas que están en el vagón. Sus párpados están ligeramente entornados, en una expresión casi soñolienta, de sopor. Sigue sin poder distinguir los sonidos que emiten las personas que le rodean, cuyos contornos ve difuminados.
7. INT.-CASA MIKEL/ DESCANSILLO-DÍA
Vemos a Ainhoa subir las escaleras que conducen al piso de Mikel. Va rápido, se diría que con prisa, hasta que llega a la puerta. Allí se detiene. Hace una profunda inhalación. Se nota que está nerviosa. Tras un momento inicial de vacilación, toca el timbre. Primero, una vez. Al no obtener respuesta, ni escuchar ningún ruido dentro del piso, vuelve a llamar. Nuevo silencio. Ahora, desesperada, pulsa el botón del timbre con insistencia. Estalla en lloros.
(Entre sollozos)
AINHOA
Mikel, por favor, no me hagas esto. Por favor.
Con una gran frustración, golpea la puerta con sus nudillos; luego, con las palmas de las manos.
Dentro del piso, en su habitación, vemos a Mikel con un aspecto muy descuidado: mal vestido, con una barba hirsuta, etc. Permanece impertérrito a lo que ocurre detrás de la puerta, como si no oyera nada. Por fin, con un mohín casi imperceptible de desagrado, coge el mando a distancia y sube el volumen de la televisión; tanto, que al final solapa el llanto de Ainhoa.
8. INT.-TREN-DÍA
El tren hace una nueva parada. Entra un hombre de mediana edad con un periódico bajo el brazo. Se sienta al lado de Mikel y lo abre. El sonido de las páginas atrae la atención de éste, que fija sus ojos en el periódico como si pudiera atravesarlo con la mirada.
9. INT.-CASA MIKEL/ HABITACIÓN- DÍA
Vemos las páginas de relax de un periódico. Hay un anuncio en primer término en el que se puede leer: “AINHOA. Haré realidad todos tus sueños. Llámame. 902 000 000”.
Mikel se muerde el labio inferior al tiempo que se pasa la mano por el pelo. Con gesto indeciso descuelga el auricular y marca ese número.
10. INT.-CASA MIKEL/ DESCANSILLO-DÍA
Vemos cómo una mujer de unos veinticinco años, de aire desenvuelto, sube las escaleras aledañas al piso de Mikel. La forma en que hace el recorrido es exactamente igual a la que tiempo atrás había hecho Ainhoa. Sube con celeridad, y luego se detiene frente a la puerta para ajustarse la falda. Al llegar encuentra la puerta abierta. Entra, y, cuando lo hace, se escucha la voz de Mikel, en la distancia, llamarla por su nombre.
-FUNDIDO NEGRO-
11. INT.-CASA MIKEL/ DESCANSILLO-DÍA
La ignota mujer (que resulta ser una prostituta) abre la puerta y sale con evidente intención de abandonar ese lugar de inmediato. Se la ve enfadada.
12. INT.-TREN-DÍA
Mikel sigue sumergido en la marea de sus pensamientos. Empieza a recordar lo que ocurrió dentro de la habitación cuando recibió una visita tan especial.
(Los recuerdos de aquella conversación adoptan la forma de fogonazos desordenados con algunos pasajes reiterativos, aquéllos que más le impactan. El hilo conductor son las frases que le dirige la prostituta, a las que acompañan breves retazos de imágenes que muestran los momentos más dolorosos de ese encuentro. Las imágenes carecen de sonido. La voz de la prostituta sufre una distorsión progresiva hasta que ya casi resulta ininteligible. Unas frases pisan a las otras. Las imágenes que pertenecen al presente son tomas desde diferentes ángulos del rostro de Mikel: frontales, oblicuas, laterales, etc; y la duración de cada plano es mínima.)
VOZ EN OFF DE LA PROSTITUTA
- Estás muy tenso.
- Anda, acércate.
- ¿No te gusto? (Flash de imagen: Ella se sienta en la cama, a su lado)
- La vida es jodida para todos, entérate.
- ¿No te gusto? (Flash de imagen: Ella empieza a quitarse la camisa, de pie frente a él)
- Tío, estás para el arrastre.
- Vamos, relájate. (Flash de imagen: Primer plano de la cara de ella; atención concentrada en labios y ojos)
- Vives encerrado como una alimaña.
- ¿Sabes lo que es ser madre con diecisiete años? (Flash de imagen: Ambos están sentados en la cama, y Mikel adelanta su mano para tocarle la pierna)
- ¿Sabes lo que es alimentar a un niño con esta vida miserable? (Flash de imagen: Primer plano de la mano de Mikel tocándole la pierna)
- ¿Qué sabrás tú?
- Para el arrastre. Estás para el arrastre.
- ¿Por qué no sales ahí fuera? (Flash de imagen: Personas anónimas en la calle)
- ¿Es que crees que ese hombre que se sienta a tomar el café no tiene problemas?
- ¿Qué sabrás tú?
- ¿Sabes lo que es alimentar a un niño?, ¿lo sabes?
- ¿Crees que eres el único que sufre?
- Mira, el mundo está lleno de miseria. (Flash de imagen: Ella levantando la persiana e iluminando la habitación)
- Sigue pensando en ti y te quedarás solo.
- Tú, tú... no eres más que un niñato estúpido y egoísta.
- Estúpido y egoísta (reverberación)
(Llorando y con un grito desgarrador)
VOZ EN OFF DE MIKEL
¡Tú no eres Ainhoa!
(Flash de imagen: Mikel se cubre la cara con las manos y prorrumpe en un grito desolador)
13. INT.-TREN-DÍA
Vemos a un niño llorando y a una madre que le reprende por alguna acción cometida. El llanto del niño le hace salir a Mikel de sus pensamientos. El tren se detiene y las puertas se abren. Hemos llegado a la última parada. Desde el exterior observamos salir a todos los pasajeros. Mikel espera.
14. EXT.-PLAYA-DÍA
Vemos a Mikel en la misma playa en la que estuvo hace un año con Ainhoa. El cielo está nublado. Caen las primeras gotas de lluvia. Mikel parece ajeno al tiempo y al espacio. Contempla el movimiento ondulante del agua que barre la arena de la orilla. Aspira la fragancia del mar con fruición. Mete una mano en el bolsillo y saca un anillo, el mismo que le regaló Ainhoa en este mismo lugar. Lo deja en la palma de su mano y lo contempla detenidamente. Una sonrisa aflora a sus labios. Finalmente, cierra el puño.
Ahora vemos a Mikel de espaldas, en la distancia. Está sentado en una silla de ruedas. Es un grano de arena más en esa playa.
CONTESTADOR DE AINHOA (VOZ EN OFF)
Hola, Ainhoa.
-MÚSICA SOBRE PLANO SOSTENIDO-
Óscar Bartolomé